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Tratamiento para la sacroileitis

Disfunción de la articulación sacroilíaca

La sacroileítis también puede dar lugar a dolor en las nalgas y las caderas cuando la intensidad del dolor aumenta después de subir escaleras, ponerse de pie o sentarse. Incluso puede llegar a ser muy doloroso el simple hecho de darse la vuelta en la cama. Puede experimentar una severa reducción de su movilidad, haciendo que caminar y estar de pie sea un calvario.

La sacroileítis se debe a la inflamación de la articulación sacroilíaca. Puede ser una enfermedad difícil de diagnosticar, ya que a menudo se confunde con un dolor lumbar «normal». Si sigue sufriendo los dolores diarios causados por esta afección, es hora de buscar la ayuda de un experto. En la Clínica del Dolor de Londres podemos ofrecerle

Un tratamiento eficaz para su sacroileítis sólo puede lograrse una vez que se haya realizado una evaluación precisa de sus síntomas. Se ha descubierto que la sacroileítis es un componente de varias formas de artritis, como la osteoartritis, la artritis reactiva, la espondilitis anquilosante y algunas otras enfermedades inflamatorias. Una vez que uno de nuestros médicos especialistas determine la causa subyacente de su dolor, creará un plan de tratamiento. En la Clínica del Dolor de Londres ofrecemos:

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La sacroileítis puede estar causada por diferentes afecciones médicas, incluidos algunos tipos de dolor de espalda inflamatorio. La presencia o ausencia de sarcoileítis crónica es una pista clave para diagnosticar el dolor de espalda inflamatorio y suele observarse en la espondiloartritis axial y en otros trastornos reumáticos y no reumáticos.

La sacroileítis suele percibirse como un dolor profundo en la parte baja de la espalda o las nalgas que mejora con la actividad.  También puede afectar a toda la extensión de la extremidad inferior, desde la zona de la ingle hasta los pies.

El dolor de la sacroileítis tiende a ser peor por la noche o por la mañana temprano.  También suele agravarse al estar de pie. Subir escaleras, caminar con grandes zancadas y correr son otras actividades de carga que empeoran el dolor.

Dolor en la articulación sacroilíaca

Las articulaciones sacroilíacas unen la pelvis y la parte inferior de la columna vertebral. Están formadas por el sacro -la estructura ósea situada encima del coxis y debajo de las vértebras inferiores- y la parte superior (ilion) de la pelvis. Hay articulaciones sacroilíacas tanto en el lado derecho como en el izquierdo de la zona lumbar. Unos fuertes ligamentos mantienen estas articulaciones en su sitio. Las articulaciones sacroilíacas soportan el peso de la parte superior de tu cuerpo cuando estás de pie.

La sacroileítis es una inflamación de una o ambas articulaciones sacroilíacas, situadas en el punto de unión entre la parte inferior de la columna y la pelvis. La sacroileítis puede causar dolor en las nalgas o en la parte baja de la espalda, y puede extenderse por una o ambas piernas. Estar de pie o subir escaleras durante mucho tiempo puede empeorar el dolor.

La sacroileítis puede ser difícil de diagnosticar, porque puede confundirse con otras causas de dolor lumbar. Se ha relacionado con un grupo de enfermedades que causan artritis inflamatoria de la columna vertebral. El tratamiento puede incluir fisioterapia y medicamentos.Productos y ServiciosMostrar más productos de Mayo Clinic

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La aplicación de calor o frío en la zona proporcionará un alivio del dolor local. La aplicación de una compresa fría ayudará a reducir la inflamación de la zona. La aplicación de calor, como una almohadilla térmica o una bañera de hidromasaje, ayudará a estimular el flujo sanguíneo y a llevar nutrientes curativos a la zona.

Cambiar la posición para dormir puede ayudar a aliviar el dolor mientras se duerme y al despertar. Para la mayoría de los pacientes lo mejor es dormir de lado, con una almohada colocada entre las rodillas para mantener las caderas alineadas.

Para muchos, los analgésicos de venta libre, como el paracetamol, y/o los antiinflamatorios, como el ibuprofeno, proporcionan suficiente alivio del dolor. Se pueden recomendar medicamentos con receta, como el tramadol (marca Ultram), o un tratamiento corto de analgésicos narcóticos, o relajantes musculares para ayudar a reducir los espasmos musculares dolorosos.

En caso de dolor intenso, puede recomendarse una inyección en la articulación sacroilíaca, tanto para confirmar que la articulación sacroilíaca es el origen del dolor como para introducir la medicación antiinflamatoria directamente en la articulación. La inyección se realiza con guía fluoroscópica, que es un tipo de radiografía en vivo, para garantizar la correcta colocación de la aguja en la articulación. La inyección suele incluir un agente anestésico, como la lidocaína, y un esteroide, que es un potente antiinflamatorio.

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