PSP y CBD durante COVID-19
1Servicio de Neurología, Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (IDIVAL), Universidad de Cantabria, y Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), Santander, España
2Servicio de Neurofisiología Clínica, Hospital Universitario “Marqués de Valdecilla (IDIVAL)”, y “Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED)”, Santander, España
La ataxia cerebelosa con neuropatía y síndrome de arreflexia vestibular (CANVAS) es una forma de ataxia caracterizada por la combinación de alteraciones bilaterales vestibulares, cerebelosas y somatosensoriales. En este comentario resumimos nuestro informe de cinco casos de CANVAS que se presentaron con tos espasmódica, que se adelantó a la aparición del desequilibrio en varias décadas. Además, en el sello de una ataxia sensorial grave, las sacudidas de los tendones y los registros del reflejo T estaban casi completamente conservados; la preservación de las aferencias del huso muscular (fibras Ia) es probablemente la base fisiopatológica de la normoreflexia.
Introducción de centros expertos en ERN-RND y pacientes
El Dr. Wenceslao López Albo, formado en la tradición madrileña de la neuropsiquiatría a principios del siglo XX, fue el pionero de la neurología en el Hospital de Basurto (Bilbao, España). Más tarde, en 1928, se convirtió en el primer jefe del departamento de neuropsiquiatría y director médico de la primitiva Casa de Salud Valdecilla, en Santander. Este temprano avance en el campo de la neurología se perdió como consecuencia de su exilio (junto con el de otros neurocientíficos) tras la Guerra Civil española, y sólo se recuperó con la creación de las primeras unidades de neurología en el Hospital de Cruces y el Hospital Valdecilla en la década de 1970. Este artículo repasa la extraordinaria contribución de López Albo a la difusión de la neurología durante su estancia en Bilbao (1915-1928 y 1930-1936), en gran medida a través de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (de la que fue presidente) y de sus publicaciones: inicialmente la Gaceta Médica del Norte, que López Albo modernizó e impulsó, y posteriormente la Revista Clínica de Bilbao.
Clasificación clinicopatológica de las enfermedades neurodegenerativas
“Descubrimos que ciertos elementos de la medición del NBAS se modificaban en los bebés de 6 semanas que habían estado expuestos al virus SARS-COV-2. En efecto, reaccionan de forma ligeramente diferente cuando se les coge en brazos o se les abraza”.
Hay que tener en cuenta que estos resultados son preliminares, pero forman parte de un proyecto de seguimiento de una muestra más amplia de 100 madres y sus bebés. También se les ha hecho un seguimiento durante el embarazo y después del parto. También tenemos previsto comparar a estas madres y a sus bebés con los datos de otro proyecto similar (el proyecto epi) que estudia el efecto del estrés y la genética en el neurodesarrollo del niño”.
“Por supuesto, en bebés tan pequeños hay varias cosas que no podemos medir, como las habilidades lingüísticas o la cognición. También tenemos que ser conscientes de que se trata de una muestra comparativamente pequeña, por lo que estamos repitiendo el trabajo y haremos un seguimiento durante un periodo más largo. Necesitamos una muestra más grande para determinar el papel de la infección en las alteraciones del neurodesarrollo de la descendencia y la contribución de otros factores ambientales. Mientras tanto, debemos insistir en la importancia del control médico para facilitar un embarazo saludable, discutiendo cualquier preocupación con su médico siempre que sea necesario”.
Ataxia cerebelosa
Un hombre sano de 54 años ingresó en nuestro hospital con una disartria aguda y una leve alteración de la deglución y los movimientos de la lengua, que había notado 2 días antes. No tomaba ningún fármaco y sus antecedentes médicos no presentaban ninguna anomalía, salvo una leve hipertensión (145/95 mm Hg). Negó haber sufrido un traumatismo previo, fiebre, dolor facial, cefalea o cualquier otro síntoma.
La exploración física mostró una disartria leve y una desviación de la lengua del lado izquierdo cuando el paciente sacaba la lengua, lo que era compatible con una parálisis del nervio hipogloso izquierdo (figura 1A). Los demás nervios craneales estaban conservados. No se oían soplos carotídeos, y los exámenes generales y neurológicos eran por lo demás normales.