Espasmo de garganta
Describir tres pacientes con cefalea paroxística severa recurrente precipitada por el bostezo. El dolor provocado por el bostezo es un fenómeno clínico bien reconocido en pacientes con neuralgia craneal, síndrome de disfunción de la articulación temporomandibular y síndrome de Eagle. Se informa de la historia clínica, los exámenes neurológicos y orales, la resonancia magnética cerebral (RM), las pruebas electrofisiológicas de los nervios craneales y las radiografías del cráneo. En todos los pacientes el dolor fue inducido por el bostezo; en el tercer paciente el dolor también fue desencadenado por la eructación. Ninguno tenía antecedentes de migraña. Los gestos faciales y la apertura forzada de la boca no reprodujeron el dolor. El primer paciente tenía dolor retroauricular, miopatía inducida por simvastatina y neuropatía periférica axonal subclínica; el segundo paciente tenía una neuropatía sensorial benigna postviral; y el tercero tenía dolor retroauricular y facial y ninguna enfermedad neurológica subyacente. Las pruebas de los nervios craneales y la resonancia magnética del cerebro fueron normales, excepto por un adenoma hipofisario encontrado casualmente en el primer paciente. La cefalea o el dolor craneal con bostezo pueden darse en pacientes sin causa aparente (cefalea primaria con bostezo). Se trata de una afección crónica y benigna que no requiere ningún tratamiento específico, pero que debe distinguirse de la cefalea por bostezo secundaria, de mayor relevancia clínica.
Presión en la garganta
La articulación temporomandibular es en realidad dos pares de articulaciones que hacen posible que la mandíbula gire y se deslice. Esta articulación conecta la mandíbula inferior con el cráneo. Las articulaciones temporomandibulares se encuentran a ambos lados de la cabeza, delante de las orejas. Estas articulaciones nos permiten hablar, masticar y bostezar.
La mandíbula inferior tiene unos extremos redondeados que se deslizan dentro y fuera de la cavidad articular cuando se habla, se mastica o se bosteza. Se denominan cóndilos. Están cubiertos de cartílago y separados por un pequeño disco amortiguador, que mantiene el movimiento suave.
El diagnóstico de la ATM se basa en los síntomas del paciente. El médico hará una historia clínica para saber desde cuándo tiene los síntomas, si ha tenido una lesión reciente en la mandíbula o un tratamiento dental reciente.
El médico realizará un examen físico. En ella escuchará y palpará la mandíbula al abrir y cerrar la boca y comprobará la amplitud de movimiento de la articulación. El médico le preguntará si ha sentido un chasquido, un estallido o un crujido áspero cuando se mueve la mandíbula inferior.
Tratamiento de la ronquera
La ATM es la articulación entre los maxilares superior e inferior, que se puede sentir justo delante de las orejas cuando se abre y cierra la boca. El dolor relacionado con esta articulación se denomina disfunción de la ATM (TMD), y describe los problemas asociados a los músculos «masticadores» y a las articulaciones entre el maxilar inferior (la mandíbula) y la parte delantera del bajo del cráneo (el hueso temporal).
El TTM no suele ser una afección grave, pero los síntomas de dolor, chasquidos o estallidos, y la limitación de la apertura de la boca pueden afectar significativamente a la calidad de vida al hacer que sea incómodo comer, beber y hablar.
Cualquiera que sea la causa de su TTM, es probable que haya un desequilibrio de los músculos que controlan la ATM. Si no se trata, este desequilibrio puede hacer que la articulación sea más susceptible al desgaste. Para más información y ayuda con su ATM llame a Cheadle Osteopathy en el 0161 478 1877.
Planta para el dolor de garganta
Las articulaciones de la mandíbula y los grupos de músculos que nos permiten masticar, tragar, hablar y bostezar se conocen como temporomandibulares. Cuando hay un problema con el funcionamiento de las articulaciones y los músculos, se puede tener un trastorno temporomandibular o TTM.
1. Relájate. Sé consciente de cuándo aprietas los dientes. Intenta relajar los músculos de la mandíbula y mantenerlos relajados. Si necesitas ayuda para aprender a relajarte, hay cursos que te pueden enseñar. Pregunta a tu dentista o a tu médico.
3. Masaje y ejercicio. Frota (o masajea) y estira (o ejercita) los músculos de la mandíbula. Esto puede ayudar a aliviar el estrés, al igual que ocurre con otros músculos del cuerpo. Pero sea suave. Demasiados estiramientos o ejercicios podrían empeorar el problema.
4. Utilice una compresa. Tu dentista puede sugerirte que te pongas una compresa fría o caliente sobre los músculos de la mandíbula doloridos y que luego los frotes (o masajees) suavemente para ayudar a aliviar los músculos tensos. Para una compresa fría, utiliza cubitos de hielo envueltos en una toalla o una bolsa de verduras congeladas, como los guisantes. Para una compresa caliente, utiliza una bolsa de agua caliente o una almohadilla térmica envuelta en una toalla, o un paño caliente y húmedo.