Infarto occipital
UNA PACIENTE LLAMADA SALLY sufrió recientemente un infarto cerebral que dañó su lóbulo parietal derecho sin afectar a otras partes del cerebro. El lado izquierdo de su cuerpo -controlado por el hemisferio derecho- quedó paralizado. Sin embargo, estaba mentalmente normal y seguía siendo la mujer habladora e inteligente que era antes del ictus.
Sin embargo, el padre de Sally observó otros síntomas inquietantes a los que, curiosamente, la propia Sally parecía no prestar atención. Cuando intentaba moverse por la habitación en su silla de ruedas, a veces chocaba con los objetos de su izquierda.
Pruebas posteriores confirmaron que Sally era en gran medida indiferente a los objetos y acontecimientos situados a su izquierda, aunque no era ciega a ellos; una vez que su atención era atraída hacia ellos, podía verlos. Su vista era normal; su problema era atender a la izquierda. Por ejemplo, cuando comía, sólo consumía la comida de la derecha (a), ignorando el lado izquierdo del plato. Pero si su atención se dirigía a la comida de la izquierda, Sally podía verla perfectamente, reconocerla y cogerla. Los déficits de Sally indican que padece heminegligencia (o simplemente negligencia), que también puede darse de forma aislada, sin acompañarse de una parálisis importante.
Lóbulo parietal
Hemos estudiado a 20 pacientes con un accidente cerebrovascular parietal agudo con alteraciones hemisensoriales pero sin déficit del campo visual y sin debilidad motora o con una debilidad leve, sin afectación talámica en la TC o la RM, y hemos encontrado tres síndromes sensoriales principales. (1) El síndrome sensorial pseudotalámico consiste en una alteración faciobraquiocrural de la sensibilidad elemental (tacto, dolor, temperatura, vibración). Todos los pacientes tienen un accidente cerebrovascular parietal inferior-anterior que afecta al opérculo parietal, a la ínsula posterior y, en todos los pacientes menos en uno, a la sustancia blanca subyacente. (2) El síndrome sensorial cortical consiste en una pérdida aislada de la sensación discriminativa (estereognosis, grafestesia, sentido de la posición) que afecta a una o dos partes del cuerpo. Estos pacientes presentan un derrame parietal superior-posterior. (3) El síndrome sensorial atípico consiste en una pérdida sensorial que afecta a todas las modalidades de sensación en una distribución parcial. Las lesiones parietales de diferente topografía son responsables de este cuadro clínico, que probablemente representa una variante menor de los dos síndromes sensoriales anteriores. La disfunción neuropsicológica estaba presente en 17 pacientes. La única asociación constante fue entre la afasia de conducción y el déficit sensorial pseudotalámico del lado derecho. Concluimos que el ictus parietal puede causar diferentes síndromes sensoriales dependiendo de la topografía de la lesión subyacente. Los déficits sensoriales pueden ser monosintomáticos pero nunca se presentan como un “ictus sensorial puro” que implique la cara, el brazo, la pierna y el tronco juntos.
Infarto temporal
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Un ictus del lóbulo parietal es un tipo de ictus que se produce en el lóbulo parietal, en la parte superior de la zona media del cerebro. El tipo y la gravedad de los síntomas del ictus parietal se basan en gran medida en la localización y el tamaño de la lesión, pero pueden incluir alteraciones del habla, el pensamiento, la coordinación y el movimiento.
Como todos los accidentes cerebrovasculares, el del lóbulo parietal implica la rotura o la obstrucción de un vaso sanguíneo en el cerebro. La falta de flujo sanguíneo constante en el lóbulo parietal priva a esta zona del oxígeno adecuado y provoca la muerte de las células, lo que afecta a muchas funciones sensoriales, visuales o del lenguaje, a veces de forma permanente.
El lóbulo parietal es uno de los cuatro lóbulos de la corteza cerebral, cuya función es procesar los sentidos para poder orientarse en el espacio, procesar el lenguaje y las matemáticas, coordinar los movimientos y diferenciar los objetos.
Tilbakemelding
Aunque muchas anomalías de la ENG se achacan a una patología “central”, normalmente esto sólo significa “no periférica”. Aquí mostramos los hallazgos de la ENG en un hombre con un gran y antiguo AVC parietal derecho (ver arriba). El AVC es muy extenso y se ve fácilmente como el área blanca en la parte inferior izquierda de la imagen de arriba. El principal hallazgo mostrado aquí se debe a la falta de atención al espacio visual izquierdo.
La prueba calórica suele ser normal en personas con accidentes cerebrovasculares corticales. Aquí no hay RVR, pero hay una DP, siendo las respuestas del latido izquierdo un 40% más fuertes que las del derecho. Este tipo de patrón podría deberse también a un fuerte nistagmo espontáneo (que no tiene). Ocasionalmente se observan fuertes DP en personas con grandes accidentes cerebrovasculares, pero es mucho más frecuente que se produzcan en personas sin una fuente clara de lesiones.
La interacción entre la vibración y las lesiones del lóbulo parietal no ha sido reportada hasta ahora. En este paciente, la vibración redujo la intensidad del nistagmo en la derecha y lo aumentó en la izquierda, además de provocar un nistagmo ascendente.