Asma y sistema nervioso parasimpático
La sustancia P se ha localizado en los nervios que irrigan el músculo liso, los vasos sanguíneos y las glándulas del pulmón humano y puede desempeñar un papel importante en la fisiopatología del asma. Hemos realizado un estudio morfológico, utilizando la técnica de inmunotinción con avidina y peroxidasa, para examinar secciones de la pared de las vías respiratorias de sujetos con y sin asma para detectar la presencia de fibras nerviosas inmunorreactivas a la sustancia P. Se obtuvieron vías aéreas de 200 micras-12 mm a partir de autopsias, lobectomías y broncoscopias. Se realizó un análisis morfológico cuantitativo en vías aéreas de 3 mm de diámetro de tres sujetos asmáticos y tres no asmáticos recogidas en la autopsia, y en biopsias de vías aéreas de 10 mm de diámetro de ocho sujetos asmáticos y trece no asmáticos. Hubo un aumento tanto en el número como en la longitud de las fibras nerviosas inmunorreactivas a la sustancia P, en las vías respiratorias de los sujetos con asma en comparación con las vías respiratorias de los sujetos sin asma. Las fibras se encontraban en la lámina propia y en los vasos y glándulas circundantes. Las fibras se veían comúnmente en forma de manojos más que como fibras individuales. No hubo diferencias en el número de nervios de sustancia P entre los sujetos normales y los sujetos con limitación crónica del flujo aéreo (CAL). La diferencia en el número, la longitud y las características morfológicas de los nervios inmunorreactivos de la sustancia P entre los sujetos asmáticos y los no asmáticos fue sorprendente.
¿Qué otros sistemas corporales se ven afectados por el asma?
Los resultados aportan nuevos conocimientos sobre un factor poco conocido en el desarrollo del asma, una enfermedad que afecta a unos 235 millones de personas en todo el mundo. El estudio es el primero que demuestra que las células inflamatorias pueden alterar la estructura nerviosa de los pulmones para provocar la enfermedad.
Los nervios de las vías respiratorias detectan las partículas inhaladas, como el polen y el humo, en el ambiente y ayudan a regular la constricción de las vías respiratorias. En el asma, estos nervios se vuelven más sensibles, lo que hace que los pacientes desarrollen síntomas de sibilancias y tos. Aunque investigaciones anteriores habían demostrado que dos tercios de los pacientes con asma tienen una sobreabundancia de un tipo de célula inmunitaria llamada eosinófilos, los efectos de los eosinófilos en los nervios de las vías respiratorias no se conocían del todo.
Con este nuevo método tridimensional, el equipo de Drake estudió la longitud de los nervios y la frecuencia con la que se ramifican en las vías respiratorias de pacientes sanos y de pacientes con asma. Descubrieron que en el asma los nervios de las vías respiratorias son más densos.
Sin embargo, se necesitan estudios futuros para determinar si estos cambios se pueden prevenir o si este proceso es reversible una vez establecido, ya sea mediante el tratamiento con los fármacos para el asma actualmente disponibles o mediante el desarrollo de nuevos medicamentos, dijo Drake.
Daño pulmonar por asma
(Medical Xpress)-El asma es una enfermedad debilitante que mata a 250.000 personas en todo el mundo cada año. Las personas con asma tienen las vías respiratorias hiperreactivas y las paredes pulmonares engrosadas y obstruidas con mucosidad. Durante un ataque de asma, que puede ser mortal, las vías respiratorias se estrechan aún más en presencia de un desencadenante, como el polen, los ácaros del polvo o una infección vírica. Las terapias actuales para el asma tratan los ataques de asma como respuestas inmunitarias y se centran en la supresión del sistema inmunitario. Sin embargo, un estudio de Dimitri Trankner, del Instituto Médico Howard Hughes de Virginia, y sus colegas, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, demuestra que las neuronas sensoriales controlan la hiperactividad bronquial.
Los científicos saben que el sistema inmunitario desempeña un papel importante en el asma. Sin embargo, los tratamientos que suprimen la respuesta inmunitaria y alivian la inflamación no controlan completamente los síntomas del asma. Esto indica que en el asma interviene un mecanismo adicional.
Trankner y su equipo pensaron que este mecanismo podría ser la actividad del sistema nervioso. Las neuronas sensoriales de los ganglios vagales moderan las respuestas respiratorias, como la tos, y estudios anteriores han demostrado que el sistema nervioso modula los síntomas del asma.
Impacto del asma
Por lo tanto, la evaluación del SNA es de gran interés para el diagnóstico, el pronóstico y el seguimiento de este trastorno respiratorio. La evaluación directa del SNP es inviable o poco práctica en estas situaciones. Sin embargo, se propone la evaluación no invasiva del SNP a través de la VFC según los estándares de medición, interpretación fisiológica y uso clínico del grupo de trabajo de guías de la Sociedad Europea y Americana de Cardiología y Electrofisiología que se realizan a través del electrocardiograma (ECG).
En definitiva, este proyecto de investigación pretende evaluar de forma exhaustiva el papel que puede desempeñar el SNA en la patogénesis del asma, concretamente en el asma grave no controlada y no inflamatoria. Los resultados de este estudio podrían proporcionar nuevas pistas para entender por qué otros mecanismos de asma que no pasan por la inflamación. Y, por tanto, la identificación o la posterior caracterización del papel del SNA en la enfermedad podría generar evidencias preliminares sobre las que asentar nuevas investigaciones encaminadas a desarrollar nuevas moléculas con capacidad anticolinérgica para tratar el asma.