Prueba de artritis del pulgar
Skip to Main ContentPuede que no piense mucho en su pulgar -después de todo, es un dígito y ni siquiera un dedo-, pero desempeña un papel importante en su vida diaria. Utiliza el pulgar para agarrar y pellizcar objetos, abrir frascos, tocar la guitarra, vestirse, manejar herramientas y realizar otras innumerables tareas.
E incluso si aprecia su pulgar, puede que no sea consciente de cómo la primera articulación carpometacarpiana o «CMC» le ayuda a realizar su trabajo. La articulación CMC se encuentra donde el hueso del pulgar (metacarpiano) se une al hueso de la muñeca (carpiano).
A medida que esta articulación se va desgastando, a menudo debido a la edad, puede dar lugar a una condición dolorosa llamada artritis del pulgar (también conocida como artritis CMC o artritis de la articulación basal). La artritis se refiere a la inflamación de una articulación, que provoca el dolor, la rigidez y la hinchazón que dificultan incluso la realización de tareas sencillas. La artritis del pulgar es el segundo tipo más común de artritis en la mano.
El Dr. Xuan Luo, cirujano de mano, hombro y codo de Yale Medicine, recurre a la historia evolutiva cuando explica la artritis del pulgar a sus pacientes. «Si nos fijamos en algunos de nuestros antepasados, no todos tenían pulgares oponibles [lo que significa que pueden colocarse frente a los dedos, que es lo que nos permite agarrar objetos]. Se trata de una invención evolutiva relativamente nueva», afirma el Dr. Luo. «Y como cualquier elemento nuevo en el coche o el ordenador, no siempre se prueba bien y tiende a desgastarse antes. A medida que envejecemos, esa articulación CMC en particular suele desgastarse, causando dolor en la base del pulgar.»
Sustitución de la articulación del pulgar
Cuando uno se detiene a pensar en lo mucho que utiliza los pulgares, es fácil ver por qué la articulación donde el pulgar se une a la mano puede sufrir desgaste. Esta articulación está diseñada para dar al pulgar una gran amplitud de movimiento, pero la contrapartida es que la articulación sufre mucha tensión con el paso de los años. Esto puede provocar una dolorosa artrosis que puede requerir tratamiento a medida que la artritis avanza.
La articulación del pulgar, llamada articulación carpometacarpiana, está formada por un hueso de la muñeca llamado trapecio y un hueso largo en la base del pulgar llamado metacarpiano. La articulación donde se juntan estos huesos está dispuesta de forma que permite que el pulgar se mueva en casi todas las direcciones. En el borde de estos dos huesos hay un cartílago, que tiene una superficie lisa y resbaladiza. Esto ayuda a reducir la fricción entre los huesos cuando se mueven juntos y actúa como amortiguador. A su vez, el cartílago está rodeado por una membrana llamada sinovia, que produce un líquido que ayuda a lubricar la articulación.
La artritis es un término general utilizado para describir una serie de problemas articulares. El más común es la osteoartritis, una enfermedad en la que la articulación se desgasta, normalmente a lo largo de muchos años. A ello contribuyen diversos factores, como la genética o una lesión previa en el pulgar.
Pulgar de gatillo
En una articulación normal, el cartílago cubre los extremos de los huesos y les permite moverse suavemente y sin dolor uno contra otro. En la artrosis (o artritis degenerativa), la capa de cartílago se desgasta, lo que provoca un contacto directo entre los huesos. En la mano, la segunda articulación que más frecuentemente desarrolla artrosis es la de la base del pulgar. La articulación basal del pulgar, también conocida como articulación carpometacarpiana (CMC), es una articulación especializada con forma de silla de montar que está formada por un pequeño hueso de la muñeca (trapecio) y el primero de los tres huesos del pulgar (metacarpiano). La forma especializada de esta articulación permite al pulgar su amplia gama de movimientos hacia arriba y hacia abajo, a través de la palma de la mano, y la capacidad de pellizcar con los dedos (véase la figura 1).
La artritis en la base del pulgar es más frecuente en las mujeres y suele empezar después de los 40 años. La causa de esta forma de artritis es desconocida en la mayoría de los casos. Las lesiones anteriores en la articulación, como fracturas o esguinces graves, y la laxitud articular generalizada pueden aumentar las posibilidades de desarrollar esta forma de artritis a una edad más temprana.
Articulación radiocarpiana
Aunque existen muchas opciones quirúrgicas para tratar la artritis carpometacarpiana (CMC) del pulgar, sigue sin conocerse la etiología precisa de este trastorno tan común. Para comprender mejor la fisiología de la articulación CMC del pulgar y tratar la patología, es útil examinar la biomecánica, las influencias hormonales y las opciones de tratamiento quirúrgico disponibles, junto con las raíces evolutivas del pulgar; su forma y función, sus exigencias funcionales y el papel de los ligamentos de soporte según su ubicación, estabilidad y ultraestructura. Es importante apreciar la micromovilidad de la articulación de la silla de montar y el papel que desempeñan el sexo, la edad y las hormonas reproductivas en la influencia de la laxitud y la enfermedad articular. La cirugía mínimamente invasiva está desafiando ahora los principios de tratamiento predominantes de la reconstrucción de ligamentos y desempeña un papel en los procedimientos de la articulación CMC del pulgar.